lunes, 11 de febrero de 2013

Dormida

Desde hace ya unos meses espero ansiosa el mensaje de texto que llega a mi teléfono móvil dos veces al mes indicándome la hora y dirección a donde debo acudir a su encuentro, siempre es igual…

Estando en el lugar del encuentro soy conducida a una habitación en la cual siguiendo las indicaciones debo quitarme la ropa, limpiar mi cuerpo, maquillarme y peinarme,  luego debo tomar una pastilla que se encuentra en un frasquito junto a la cama, para finalmente irme a la cama y esperar a que el sueño me reclame.

Horas más tarde me despierto, cansada y dolorida, pero es un dolor dulcemente placentero, no tengo recuerdo de nada de lo sucedido pero sé que él estuvo aquí, siento su olor por todo mi cuerpo, su sabor almizclado en la boca. Siento el ardor en mi vagina, el dolor y escozor en mi ano roto, todo esto provocado por su posesión salvaje, se por la sensación que queda en mi cuerpo, que cada vez que el me toma lo hace por completo, exigiendo de mi cuerpo hasta el último suspiro.

Me paro frente al espejo de la habitación para observar mi cuerpo, siento que estoy toda marcada, pero al mirarme  no tengo nada, solo es la sensación de sus fuertes manos en mi piel.

Hoy nuevamente debo acudir a su encuentro, esta vez el lugar indicado es una hermosa casona, soy recibida y conducida a una hermosa habitación, es mas espaciosa que la de antes y la cama es un sueño, como la cama de una princesa,  junto a la cama en una mesita de noche esta el frasquito con la pastilla y un sobre.

Mi curiosidad puede más que mi prudencia y lo abro, en el interior hay una nota escrita en una perfecta caligrafía que me recuerda a alguien… La nota solo dice “Prepárate para mi putita, hoy será diferente”

 Con la adrenalina a mil, me desnudo y preparo según la rutina, al tomar la pastilla noto que no es la misma, pero en realidad estoy tan ansiosa que no lo cuestiono, me voy a la cama y me preparo para ser llevada por el sueño.

Estoy adormecida,  sin embargo hoy es diferente puesto que a pesar de que no puedo moverme y me siento obnubilada, tengo conciencia de lo que sucede a mí alrededor, puedo sentirle cerca, su aroma tan característico esta por toda la habitación, se acerca a la cama y extiende su mano y roza su dedo pulgar sobre mi labio inferior. La sutil caricia hace  que todos mis sentidos cobren vida, mete el pulgar dentro de  mi boca y lo mueve  de acá para allá y el deseo se acrecienta entre mis piernas.

Abre mi boca y mete los primeros cuatro o cinco centímetros de su verga, yo  puedo sentir como se desliza en mí. La sensible cabeza queda atrapada en la parte posterior de mi garganta, y él trata de retroceder, pero el agarre de mi garganta adormecida es demasiado fuerte. Le escucho gruñir cuando le llevó aún más profundo, chupándolo esforzándome por mantenerme consiente y disfrutar de su sabor.

No puedo detener la dura exigencia, el necesita más, lleva su mano a la base de la parte posterior de mi cabeza, para sostenerla exactamente donde él quiere, no es que yo me pueda detener  o reusarme a continuar, soy como una muñeca de trapo en sus manos, dormida y dispuesta para su placer.

La presión se construye en sus testículos y en la base de su espina dorsal. Sus caderas giran con violencia, empujando a su eje más profundo, violando mi boca con un salvajismo que no puedo ni quiero detener. Finalmente puedo sentir  su semen se derramase en mi  garganta, en calientes chorros urgentes que me inundan y se derraman por mi boca, me siento ahogada por su verga y su semen.

Minutos después siento algo frio aprisionando mis duros y excitados pezones, trato de razonar en mi mente buscando una explicación, mientras siento cono una  larga cadena roza mi cuerpo desde mis pezones hasta apretar mi hinchado y dolorido clítoris mi respiración se acelera y tiemblo mientras sus crueles dedos frotan mi enardecido centro, me siento tan placenteramente dolorida, excitada y adormecida como en un sueño. La cadena que une mi clítoris y mis pezones queda tirante, por lo que puedo sentir el dolor provocado con cada roce.

Me toma y me da la vuelta, me coloca sobre mi estomago lo que incrementa el dolor en mis pezones y clítoris, deseo gritar pero no tengo la fuerza necesaria por lo que solo me estremezco, sintiéndome cada vez mas como su muñeca.

Siento como dos dedos se deslizan en mi ano,  intento girar mis caderas para más, mientras tanto sus dientes se hunden en una de las mejillas de mi trasero y aquella acción, sumada a sus dedos hundidos en  vagina y en mi apretado canal anal, crean sensaciones increíbles en cascada a través de mi ya sobre excitado cuerpo. Mis  caderas tiemblan sin control. Las abrazaderas apretadas y estiradas con cada puñalada, crean más presión. Pienso que moriré si él no me toma pronto.

Finalmente, siento que me rompo, solo puedo pensar en gritar—¡Viólame  por el culo! ¡Hazlo!— deseo gritar, desesperada por conseguir algún tipo de alivio, pero claro, no puedo hacerlo, estoy tan adormilada que solo puedo dejar salir mis lagrimas con la esperanza de que tenga piedad de mi dolor y me tome, me viole salvajemente, haciéndome nuevamente su Puta!!

Sus dedos se deslizan  fuera de  mi  vagina y  ano y siento  su  mano golpear fuertemente en la unión de mis piernas, aumentando mi necesidad.

Le escucho decir al oído, -Suplícame!!,  Ruega por mi perra!!

Su mano vuelve a golpear mi  piel en llamas con otra dura cachetada, Se toma su tiempo, me jala del cabello levantando mi cabeza, al tenerme en esa posición las cadena se estira aun mas arrancándome un gemido de dolor y placer, me sostiene en esa posición y  pasa un dedo sobre mi hinchado clítoris acariciando y frotando la pinza que aprieta sin piedad, sigue su recorrido hasta mis labios vaginales y me encuentra  empapada y usa eso para lubricar mi ano. Su dedo se desliza a lo largo de mi apretado anillo de músculos, lo que me hace estremecer.

Se arrodilla detrás de mí y me penetra con su dura y gruesa verga, lo hace lentamente. Me encojo, el dolor es tan profundamente  bueno. Al arquear mis caderas, las abrazaderas tiran de mis pezones. De un lado para otro, la fricción de su verga, la presión en mis pechos y clítoris me hacen temblar. La dura erección me estira, y el fuego corre por mis venas.

Cuando él se desliza dentro y fuera, yo resisto un poco y el dolor aumenta junto con un placer intenso, su mano golpea mi muslo superior, lo que me provoca mis gemidos inconscientes. Me golpea nuevamente, pero esta vez es mi cuerpo el que recibe sus cachetadas, no logro aguantar más.

El orgasmo explota, mi cuerpo entero entra en colapso. De bruces sobre la cama, el bombea mi culo sin piedad y me hace convulsionar.

La sensación de su cuerpo dentro de mí, su verga todavía encajada en mi culo es abrumadora. El paraíso. Mi pecho sube y bajaba rápidamente y mi respiración permanece irregular.

Finalmente me da la vuelta colocando de espaldas, me quita de un tirón las abrazaderas de los pezones, y luego la del clítoris, me acaricia y lame delicadamente hasta llevarme justo al borde del orgasmo, para hundirse profundo en mí, me penetra con fuerza, cada vez más adentro obligándome a tomarlo todo, mientras el profundiza sus embestidas no logro pensar en nada que no sea complacerlo y el profundo placer que me provoca sentirlo tan profundo en mí, me está violando, una vez más me está poseyendo y es justo lo que mi cuerpo ansia, lo que necesita, golpea dentro de mí, con empujes rápidos y duros, implacable, hasta que siento su caliente semilla inundar mi útero, y derramarse entre mis piernas, el orgasmo que siento es tan fuerte que me desmayo.

Cuando me despierto horas más tarde descubro una nota sobre la mesita, sin poder evitar mi curiosidad la abro y leo la perfecta caligrafía.

“Gracias mi hermosa putita,  pronto nos volveremos a ver”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario