lunes, 11 de marzo de 2013

Metro



18:30 hrs, metro línea uno, destino desconocido… así comenzó todo aquella tarde, vístete juguete, ya sabes cómo me gusta…

Caminar por los andenes del metro de la línea uno un día martes a las 18:25 hrs, no es lo que se llama un buen comienzo… miro constantemente el teléfono celular esperando por su mensaje, El mi Señor, ha sido bastante claro en su orden… vestirás como mi puta, juguete… eso claro significa usar tacones, y una ropa muy muy provocativa… vibra el teléfono… “Sube”, indica.


Uff que calor, el carro va realmente atestado de personas, todos se empujan y pisan sin contemplaciones  intentando encontrar el punto justo donde poder acomodarse para el largo viaje…  es difícil moverse entre el mar de gente, entre las miradas curiosas de los hombres y las miradas asqueadas de las mujeres, “Puta”, eso parecen decirme… jajajaaj si supieran que soy eso y más… mejor aun que lo disfruto como nada… 


Por fin estoy justo en el punto en que él ha ordenado que me ubique, aquí a pesar de que estar atestado y estando  casi contra la puerta, de igual manera siento todas las miradas sobre mí, los hombre me observan con deseo, las mujeres repasan mi vestimenta… es gracioso,  hasta ahora no había reparado en que mis tacones son muy bellos, putos claro pero bellísimos…  siento las miradas fijas en mi… recorriendo mis piernas, esas que están enfundadas en bellas medias ligas negras de red, como toque final no puede faltar el porta ligas, para la ocasión rojo… una diminuta falda negra cubre mi culo,  bien no lo cubre del todo pero de eso se encarga el colaless… para finalizar el atuendo un corset  rojo y claro, no se puede ser Puta sin un buen labial rojo.


Inmersa en mis pensamientos, siento sus manos recorrer mi culo… doy un respingo por la sorpresa… pero pronto me quedo quieta en mi lugar al sentir como sin preámbulos ni advertencias, el inserta diestramente un plug en mi ano… ufff el placer de sentirme usada y observada, pronto se hace notorios entre los pliegues de mi sexo… el calor aumenta prontamente al escuchar su voz en mi oído… 


- ¿Cómo esta mi putita?, ¿Te gusta que te observen?


- Si mi Señor, me encanta! Respondo.


- Bien, así me gusta juguete… abre bien las piernas, te voy a gozar


Sus manos recorren mi cuerpo excitándome,  apretando mi culo, mis brazos, mis pezones duros y erectos esperando ansiosos su contacto… no te muevas, no hagas ruido y no te corras, ordena, mientras comienza su asalto a mi hinchado clítoris, lo pellizca, lo frota, lo acaricia y hunde sus dedos en mi sexo… exigiendo, penetrando con fuerza… sin darme tregua, muerdo mis labios con fuerza,  para evitar gemir, siento el sabor de la sangre pero continuo mordiendo… desesperada y sin poder acabar, fijo mi mirada caliente al horizonte escuchando a mi Amo decirme lo maraca que soy al estar así de caliente entre la multitud.


Por minutos que parecen una eternidad el utiliza sus manos para controlar mi cuerpo, su voz para controlar mi mente… allí entre la multitud, entre el aire viciado y calor asfixiante,  el inserta para su placer un vibrador en mi vagina… me siento llena, entre el vibrador y el plug en mi culo, no sé cuanto más podre resistir sin gritar por ese orgasmo que se construye en lo profundo de mi garganta y que ya no me es posible contener a pesar de sus ordenes y de mi propia fuerza de voluntad. 


Me acerca a su cuerpo, empuja sus caderas contra mi culo y el plug se desliza mas al interior, siento mi culo lleno, y algo dolorido… mientras el vibrador no para… muerde mi cuello… aprieta con fuerza mi pezón derecho mientras con la otra mano pellizca mi hinchado clítoris y le escucho decir las palabras mágicas que dan comienzo a una interminable sinfonía de gritos, gemidos y chillos…

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