18:30 hrs, metro línea uno,
destino desconocido… así comenzó todo aquella tarde, vístete juguete, ya sabes cómo
me gusta…
Caminar por los andenes del metro
de la línea uno un día martes a las 18:25 hrs, no es lo que se llama un buen
comienzo… miro constantemente el teléfono celular esperando por su mensaje, El
mi Señor, ha sido bastante claro en su orden… vestirás como mi puta, juguete…
eso claro significa usar tacones, y una ropa muy muy provocativa… vibra el
teléfono… “Sube”, indica.
Uff que calor, el carro va
realmente atestado de personas, todos se empujan y pisan sin contemplaciones intentando encontrar el punto justo donde
poder acomodarse para el largo viaje… es
difícil moverse entre el mar de gente, entre las miradas curiosas de los
hombres y las miradas asqueadas de las mujeres, “Puta”, eso parecen decirme…
jajajaaj si supieran que soy eso y más… mejor aun que lo disfruto como nada…
Por fin estoy justo en el punto
en que él ha ordenado que me ubique, aquí a pesar de que estar atestado y
estando casi contra la puerta, de igual
manera siento todas las miradas sobre mí, los hombre me observan con deseo, las
mujeres repasan mi vestimenta… es gracioso,
hasta ahora no había reparado en que mis tacones son muy bellos, putos
claro pero bellísimos… siento las
miradas fijas en mi… recorriendo mis piernas, esas que están enfundadas en
bellas medias ligas negras de red, como toque final no puede faltar el porta
ligas, para la ocasión rojo… una diminuta falda negra cubre mi culo, bien no lo cubre del todo pero de eso se
encarga el colaless… para finalizar el atuendo un corset rojo y claro, no se puede ser Puta sin un
buen labial rojo.
Inmersa en mis pensamientos,
siento sus manos recorrer mi culo… doy un respingo por la sorpresa… pero pronto
me quedo quieta en mi lugar al sentir como sin preámbulos ni advertencias, el
inserta diestramente un plug en mi ano… ufff el placer de sentirme usada y
observada, pronto se hace notorios entre los pliegues de mi sexo… el calor
aumenta prontamente al escuchar su voz en mi oído…
- ¿Cómo esta mi putita?, ¿Te gusta
que te observen?
- Si mi Señor, me encanta! Respondo.
- Bien, así me gusta juguete…
abre bien las piernas, te voy a gozar
Sus manos recorren mi cuerpo
excitándome, apretando mi culo, mis
brazos, mis pezones duros y erectos esperando ansiosos su contacto… no te muevas,
no hagas ruido y no te corras, ordena, mientras comienza su asalto a mi
hinchado clítoris, lo pellizca, lo frota, lo acaricia y hunde sus dedos en mi
sexo… exigiendo, penetrando con fuerza… sin darme tregua, muerdo mis labios con
fuerza, para evitar gemir, siento el
sabor de la sangre pero continuo mordiendo… desesperada y sin poder acabar,
fijo mi mirada caliente al horizonte escuchando a mi Amo decirme lo maraca que
soy al estar así de caliente entre la multitud.
Por minutos que parecen una
eternidad el utiliza sus manos para controlar mi cuerpo, su voz para controlar
mi mente… allí entre la multitud, entre el aire viciado y calor asfixiante, el inserta para su placer un vibrador en mi
vagina… me siento llena, entre el vibrador y el plug en mi culo, no sé cuanto más
podre resistir sin gritar por ese orgasmo que se construye en lo profundo de mi
garganta y que ya no me es posible contener a pesar de sus ordenes y de mi
propia fuerza de voluntad.
Me acerca a su cuerpo, empuja sus
caderas contra mi culo y el plug se desliza mas al interior, siento mi culo
lleno, y algo dolorido… mientras el vibrador no para… muerde mi cuello… aprieta
con fuerza mi pezón derecho mientras con la otra mano pellizca mi hinchado
clítoris y le escucho decir las palabras mágicas que dan comienzo a una
interminable sinfonía de gritos, gemidos y chillos…
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